Salvación Mediante Destrucción, Un fanfiction de RoflLuxRay

Estaba parado en el borde de un alto edificio, mirando hacia el hotel Mandarín Oriental. Sentí un escalofrío correr por mi espina mientras analizaba la manera más factible de entrar, forzando me a tomar el pilar de concreto que estaba a mi izquierda. Tomé mis binoculares y enfoqué a la calle adelante para observar a cinco sedanes alineados alrededor de una Hummer negra.

“Ese es mi blanco,” estreche mi brazo para alcanzarme el fusil de francotirador junto a mí. El vacio de más de treinta metros entre donde estaba y el balcón a donde quería llegar no me asustaba, siempre estuve acostumbrado a manejarme a altas alturas. Sin dudarlo, salte hacia el precipicio; el frio viento de invierno golpeo mi cara en las partes que mi pasamontañas no cubría. Me deslicé con cuidado por la tirolesa que había armado unos minutos atrás, evitando chocar aparatosamente contra la ventana de vidrio en el vigésimo cuarto piso del hotel.

Una vez que estaba a salvo, tomé mis binoculares nuevamente y observe la caravana estaba cada vez más cerca; a solo unas cuantas cuadras del hotel. Enfoque a la camioneta con la mira de mi rifle para intentar apreciar el interior, pero los vidrios polarizados impedían ver mas alla del reflejo de las luces nocturnas.

Baje la mirada hacia la entrada del hotel, donde una congregación de sanguijuelas con credencial de periodistas le esperaban, esperando sacar su próxima historia de la desgracia de una inocente poni. Podía ver como la expectación crecía junto con el ruido de la multitud una vez que la caravana apareció en la distancia. Voltee mi PSG-700 hacia la camioneta y apunte hacia el inicio de la alfombra roja.

Un matón abrió la puerta del carro y le vi por primera vez, una joven mujer vestida en un vestido largo purpura descendió del automóvil con gracia y estilo. Su pelo lacio de dos colores, teñido de morado y purpura, se deslizaba por su espalda hasta su cadera. Cualquier persona juraría eso es una mujer si no fuera por el cuerno que sale de su cabeza.

“Con que así se ve Twilight Sparkle…” murmure y aleje mi ojo izquierdo de la mira del rifle, “vamos a evitar que te maten,” tomé otros binoculares más potentes de una bolsa en mi chaleco y observe a los guardaespaldas llevándose el carro hacia un estacionamiento subterráneo al oeste de la entrada principal.

“Maldición!” me grite a mí mismo, “como se me pudo olvidar que hay un estacionamiento subterráneo…”

Mientras la SUV se desvaneció en la oscuridad del estacionamiento, me quite el pasamontañas y empecé a remover mi atuendo para infiltración; afortunadamente había previsto el entrar a la elegante fiesta poniéndome un smoking negro bajo la ropa. Si hace más difícil el movimiento pero te mantiene caliente.

Una vez que mi ropa era totalmente distinta, forcé la cerradura del cuarto atrás de mi, entrando a una habitacion cubierta por oscuridad. Cegado por la misma penumbra, toquetee las paredes buscando el interruptor de la luz. Con un click repentino, el candelabro de vidrio sobre mi revelo una suite acogedora.

Miré al espejo frente a mí y recordé porque estuve casado alguna vez hace algunos años; mis ojos azules eran un rasgo difícil de ignorar. Me aproxime al espejo para inspeccionar mi corta cabellera café clara con detenimiento, tratando de llevarlo a una mejor posición. Con treinta y siete años encima de mi, esta era una tarea cada vez más difícil por la gradual perdida de pelo. Pero aun conservaba el suficiente para no perder la clase con la fue bendecido al momento de nacer.

Cuando termine, tomé un pequeño portafolios negro y saque una pistola P229, escondiéndola en mi saco. Justo cuando acababa mis preparaciones, escuche pasos cerca del cuarto. Rápidamente tome todo y lo escondí bajo la cama, apagando las luces a tiempo antes de que dos miembros de seguridad armados con MP5k entraran. Apenas podía apreciar los chalecos antibalas desde donde estaba, era fácil reconocer que estaban bien armados.

Tragué saliva por el nerviosismo detrás de las cortinas en una esquina del cuarto, esperando que la oscuridad me ayudara a esconder mis expuestos zapatos negros.

“¿Ves? Te dije no hay nadie aquí, el jefe Bartoli está loco,” dijo uno de ellos con una voz gruesa, cerrando la puerta poco después.

“Eso estuvo muy cerca,” suspire de alivio y cuidadosamente abandone el cuarto hacia un bonito pasillo marrón, iluminado por velas para la ocasión. Camine por los pasillos con precaución, para evitar ser visto antes de llegar al salón principal, en donde Twilight estaría hablando en breve.

Después de vagar por el hotel por cinco minutos me tope con el elevador, lo supe por el botón en la pared y las dobles puertas doradas. Mientras esperaba al ascensor, escuche una voz familiar justo detrás de mí.

“Buenas noches, señor,” dijo mientras volteaba a verlo. Sentí un escalofrío cuando me di cuenta que los dos hombres armados de antas estaban ahí, con sus armas cargadas y listas.

“Buenas noches, caballeros,” respondí formalmente, escondiendo mi miedo bajo un tono de voz relajado, ¿Por qué las armas?, ¿Esperando problemas?”

“Esperemos que no. Tenemos un gran invitado el dia de hoy, por lo que la seguridad es un poco mas apretada hoy. Disculpe si lo estamos incomodando,” había algo en su voz que me resulto calmante.

“No se preocupen caballeros, estoy seguro todo saldrá excepcionalmente bien,” al final de mi frase la puerta del elevador se abrió, las paredes plateadas reflejaban los alrededores con cierta claridad.

“Un momento,” uno de ellos dijo cuando entraba al elevador, inmediatamente mi mano se preparo para desenfundar mi arma rápidamente, “aun nos falta revisar el ala este, Mason.”

“Por favor, Sullivan. No hay nada ahí,” el otro quejó.

“Caballeros, se que no es de mi incumbencia pero creo que es pertinente inspeccionar el ala este. Observe a un hombre actuar un poco raro cerca del cuarto 2476,” interrumpí en la manera más formal que pude. Ambos hombres se contemplaron, viendo cual cedía primero.

“Muy bien, vamos al cuarto 2476,” Sullivan dijo resignado, partiendo hacia la derecha de donde yo estaba. Una vez dentro del elevador, presioné el botón que supuse me llevaría hasta el piso en donde estaba la fiesta.

“Muy bien, me cuelo al estacionamiento y vigilo el carro, después regreso a la fiesta para cubrir a Twilight Sparkle,” planee mientras el elevador descendía lentamente. La canción ‘Gem’ de Eric Johnson no era suficiente para tranquilizarme. Había hecho asesinatos, robos, trabajos de protección, de todo... y nunca había estado tan nervioso.

Cuando las puertas del elevador se abrieron, vi un amplio salón dorado con varias mesas decoradas con elegancia; la gente hablaba de pie por doquier. El ruido del chisme era abrumador, apenas se escuchaba a la modesta orquesta en la distancia sobre las opiniones de que tal esta el clima o si encontraban la moda de los ponies atractiva.

Me deslicé a través de la multitud, evitando cualquier tipo de contacto con las personas otro que el casual ‘salud’ con algún aristócrata borracho. Eventualmente alcancé la entrada del estacionamiento. Me acerque a la seguridad buscando un boleto en mis bolsillos.

“Discúlpenme, buenos hombres. Olvide mi móvil en la guantera de mi vehículo, les importaría dejarme pasar para recuperarlo?” les pequeño boleto amarillo. Uno de ellos lo tomo y le inspecciono y me lo regreso tras unos segundos de contemplarlo, “Por favor apúrese, estamos haciendo reparaciones en uno de los carros."

Asentí la cabeza y camine hacia el asfalto del estacionamiento. La iluminación era bastante pobre, manchones de pavimento eran visibles bajo las tenues luces encima. Saque mi P229 y me acerque donde veía estaba más oscuro. A pesar de que la fiesta estaba relativamente cerca, el sitio era lo suficientemente tranquilo para escuchar tus propios pasos.

Eventualmente, escuche voces murmurando algo en la distancia, me acerque al origen y observe seis individuos alrededor del carro de Twilight Sparkle. Un maletín era visible al lado de uno de ellos, emitía una luz roja parpadeante.

“Pégala bajo el carro, la programación dentro debería encargarse del resto,” dijo uno de ellos con un poco de desesperación en su voz mientras pasaba el maletín a otro hombre debajo del carro.

“Demonios…. Si mato a estos sujetos alertare al resto y hare que le disparen cínicamente,” me di la vuelta y regrese hacia la fiesta, “Creo que es mejor que crean que su plan está funcionando.”

“¿Encontró su celular? El matón de la entrada preguntó, haciéndome sacar mi Blackberry negra.

“Por supuesto, solo tuve una llamada perdida de los niños,” respondí con una sonrisa cálida. La mentira era algo natural en mi y un mal habito que desarrolle durante la universidad.

“Muy bien, disfrute la fiesta entonces,” entré a la fiesta nuevamente con una sola cosa en mente. Sacar a Twilight Sparkle con vida. Camine por la fiesta buscándola, hasta que apareció tras una gruesa capa de gente.

Saque mi celular y rastree su celular usando un programa de rastreo de chip, enviándole un mensaje una vez que obtuve su número. Pude apreciar cuando leyó el memorándum, su cara se torno blanca del susto.

“No estás segura aquí, reúnete conmigo en el bar tan pronto como puedas. Pide un Martini agitado,” era el mensaje. Fui hacia la cantina en una lejana esquina del salón, me senté en la barra y pedí una copa de vino.

“¿Esperas a alguien?” pregunto el bar tender con tono amable, limpiando una copa de vidrio con un trapo blanco.

“Asi es,” observe con detalle su mano izquierda y observe un anillo con el símbolo del all England lawn tennis and croquet club, “Usted parece ser un hombre que conoce los caminos del hombre ingles. Vaya anillo que portas.”

“Oh esta baratija,” se sonrojo mirando a su mano por unos instantes, “my padre era juez de Wimbledon, me dio esto antes de morir.”

“Ya veo-”

“Un Martini agitado, por favor,” una voz femenina cortó la conversación, voltee para ver a Twilight Sparkle parada junto a mi. Ella era mas alta de lo que pensé, cerca del uno setenta y cinco. Sus ojos lavanda brillantes resaltaban del resto de su cara.

“Señorita Sparkle?” pregunte cortésmente, ella me volteo a ver con fuego en su mirada, “se debe estar sorprendida por las afirmaciones de mi mensaje, pero meramente describía la verdad.”

“¿Por qué hablas de esa manera?” continuo mirándome fríamente.

“Disculpe mi ‘Scouse’, Señorita Sparkle. Podremos discutir al asunto de mi acento más adelante, por el momento tengo noticias relevantes que compartir con usted,” tomé un sorbo de mi vino, invitándola a sentarse a mi lado.

“Pues mas te vale ser rápido, mi discurso está por comenzar,” se sentó forzadamente mientras el bar tender le servía la bebida que pidió.

“He descubierto usted es el blanco de un asesinato,” dije calmadamente sacando un papel de mi saco.

“¿Qué es esto?” tomó el papel y le ojeo rápidamente.

“Es un correo electrónico de uno de sus escoltas a John Antonin, cabeza de la sociedad americana anti-ponies. Como puede ver, acepta haber firmado un botín de treinta millones de dólares con el senador Chambers por su muerte.”

“Esto no puede ser,” dijo sorprendida, “este hombre es mi jefe de seguridad, Carlos Bartoli. Esta usando un alias, este es su correo electrónico.”

“En ese caso, la situación es mucho mas complicada de lo que había anticipado,” tome otro sorbo de la copa de vino, “He observado como algunos de sus miembros de seguridad plantaban una bomba en su camioneta. Debe utilizar una salida alterna. Al finalizar su discurso la esperare aquí para llevarla a un lugar seguro.”

“No puedo creerlo,” su rostro se torno blanco del temor, “Me van a matar.”

“Nadie le matara, Señorita Sparkle. Le estare protegiendo durante su discurso, solo trate de no aparentar nerviosismo, o podría ser que me descubran,” tome todo el vino restante en mi copa y me levante.

“Esto es muy increíble, y amable de su parte. Pero, ¿Por qué debería creerle? Ella pregunto mientras caminaba hacia la multitud.

“Tampoco tienes razones para no creerme, o ¿sí?” me desvanecí entre la gente y me dirigí hacia el segundo piso para encontrar un lugar donde pudiera protegerla sin mucha gente alrededor. Se observaba con toda claridad el estrado, a la gente, las mesas, todo desde yo estaba, en una esquina lejana en el segundo piso.

Los minutos pasaron y un aplauso estruendoso la recibió en el estrado. El cuerno en su cabeza comenzó a brillar en un color blanco intenso, levantando unos papeles al aire y acomodándolos gentilmente frente a ella. Los aplausos pararon cuando aclaró su garganta para hablar.

“Gracias a todos por asistir esta noche. Es un honor el que se tomen la molestia de escuchar los anuncios que tengo por un momento,” solto una inocente carcajada, “Bueno, comenzando con los anuncios. Estoy complacida de comunicarles que, tras largas discusiones, hemos alcanzado un acuerdo con la compañía desarrolladora de tecnología japonesa, Sony, para que nos ayuda en el desarrollo de un mecanismo de ponificación mas eficiente!” La multitud le interrumpió con un aplauso.

“También tengo el placer de anunciarles que se están logrando avances con las naciones unidas para legalizar, en ciertos lugares, la ponificación. Es de conocimiento popular que la gente este ingresando a nuestro mundo de manera Ilegal, y aunque la Reina Celestia no aprueba esta práctica, todos los que deseen unírsenos serán recibidos con los brazos abiertos. Una vez que los asuntos legales rodeando a la inmigración humana sean resueltos, estoy segura que humanos y ponies podrán coexistir de una manera pacífica y aprender mucho de esta convivencia.”

Durante el respectivo aplauso, note como un hombre de entre la multitud se acercaba constantemente al estrado. Algo no estaba bien por la manera en la que empujaba a la gente.

“Y como un anuncio final, estoy orgullosa de comunicarles que la Reina Celestia atenderá al congreso de Relación Humanos-Ponies de este año!” durante el aplauso observe como este hombre sacaba una pistola de su chaleco, tenia que detenerle. Saque mi P229 y tome el riesgo de dispararle.

Un grito agudo paralizó a la multitud mientras este hombre caía en un charco de sangre que emanaba de su cabeza. Mi disparo le había volado un buen pedazo del cráneo, manchando a algunas personas que estaban paradas cerca. La seguridad de Twilight reacciono rápido, llevándosela lejos de la horrible escena.

“Tengo que moverme, aunque tengo silenciador alguien pudo haberme visto sacar la pistola,” pensé mientras corría de vuelta hacia las escaleras, mezclándome con la estampida de gente que se apresuraba a la salida más cercana. Sentí cosquillas en mi pantalón súbitamente, mi Blackberry había recibido un mensaje.

“Soy Twilight Sparkle, me están llevando al estacion-” pude leer, al parecer le habían quitado su celular antes de terminar de redactar el mensaje. En ese momento me di la vuelta hacia el estacionamiento que seguía bloqueado por los mismos guardaespaldas de antes.

“Lo sentimos señor, esta ruta está bloqueada, diríjase a la ruta de evacuación principal!” uno de ellos exclamo de manera grosera mientras corría hacia ellos.

“Ustedes no me detendrán,” desenfunde mi P229 y les mate a los dos con tiros a la cabeza, rápidos y certeros antes de que tuvieran la oportunidad de apuntarme. Salte sobre sus cadáveres y entre al estacionamiento de manera apresurada, donde la seguridad estaba concentrada alrededor de Twilight Sparkle. Sus rabietas acerca del vehículo eran audibles a la distancia.

“Bartoli, demando ser transportada en otro vehicula,” la dama dijo con autoridad.

“Lo sentimos, señora. Pero este es el único automóvil capacitado para transportarle, ahora cállese y entre,” un hombre con smoking blanco la empujo dentro del automóvil.

“Cuando una dama dice que no está cómoda con el carro, les sugiero cumplan sus peticiones,” dije a la distancia, caminando calmadamente hacia ellos con la pistola en mi espalda.

“Señor, por favor vaya a la entrada principal,” todos los hombres alrededor de Bartoli me apuntaron con sus armas instantáneamente, “O abriremos fuego contra usted.”

“Por favor, solo me dirigía a mi auto. Quiero largarme de aquí tanto como ustedes,” camine lentamente hacia un lado para cubrirme con un Nissan Tsuru azul, “pero no puedo evitarlo,” se escucho un objeto metálico impactando el asfalto, “la dama no quiere viajar con ustedes,” patee la granada cegadora en mis pies y me cubrí los ojos. La granada se deslizó por debajo del carro y les exploto en su cara, gemidos de dolor empezaron a llenar el estacionamiento mientras corría hacia la Hummer, ejecutando a todos los que se atrevían a apuntarme.

“Qué demonios están esperando, ¡mátenlo!” Bartoli ordeno furiosamente, pero justo antes de que pudiera alcanzarse la pistola en su chaleco, coloque el cañón de mi pistola en su cuello. Temblando en miedo, el alzó las manos.

“No!” Twilight me tomo del brazo y movió la pistola antes de que le pudiera ejecutar. Le voltee a ver con el ceño fruncido.

“Tienes suerte que la dama no considere que vales la bala que iba a gastar en ti,” golpee a Bartoli con la culata de mi pistola, noqueándolo instantáneamente. Justo después, le ofrecí mi mano a Twilight para ayudarla a bajar de la SUV.

“Espero estar confiando en la persona indicada, acabas de matar a la mitad de mis guardaespaldas,” ella dijo arreglándose el cabello.

“Señorita Sparkle, si lo que quisiera fuera matarla, ya lo estaría,” le tome de la mano y corrí hacia mi carro, del otro lado del estacionamiento. La alarma se desactivo automáticamente mientras me acercaba.

“Entre, las puertas están abiertas,” voltee hacia atrás y vi la granada estaba perdiendo el efecto, algunos hombres ya se estaban incorporando. Me dirigí hacia la cajuela del carro rojo y saque un rifle M16, equipado con balas anti-armadura.

“No juegues conmigo, no puedo manejar!” Twilight exclamo contemplando el asiento de conductor.

“Es un BMW europeo, el asiento de pasajeros está del otro lado,” respondí en el mismo tono grosero, cargando el rifle. Algunos de los hombres ya estaban de pie, y otros ya se preparaban para dispararme.

“¿Qué demonios estas esperando? ¡Sube al maldito carro!” se tomó la molestia de abrir la puerta del lado del conductor. Decidí ignorarla y abrir fuego contra los hombres enfrente de mí. El tiroteo ahuyento a aquellos que no fueron masacrados en las ráfagas de mi M16 completamente automática.

“Solo terminaba unos detallitos,” entre automóvil de hace más de veinte años. Para ser un BMW relativamente antiguo, logre conservar los interiores originales sin que se dañaran o perdieran ese olor a ‘carro nuevo’.

“Motor, enciéndete!” el rugido del motor rebotó en las paredes al arrancarse hacia las calles de Nueva York.

“¿A donde me estas llevando?” preguntó mirando por la ventana.

“A un lugar seguro. Eh planeado esto por un par de semanas, estarás lejos de cualquier daño mientras este desastre se limpia solo,” respondí de manera mecánica, sacando un paquete de goma de mascar de mi bolsillo. Seguro que estaba nerviosa.

“Solo uno, por favor,” tomó un chicle del paquete y colocó el resto en la guantera, “¿sabes? Tu sabes cómo me llamo, pero desconozco tu nombre.”

“Mi nombre es Leighton McRae, soy de Knowsley, Inglaterra si te preguntabas porque hablo de esta manera.”

“Lo siento, Leighton. No soy de por aquí y todos esos lugares que mencionas se me hacen raros,” el nerviosismo en ella era ahora más evidente. Golpeaba la ventana con los dedos y su lenguaje corporal lo gritaba.

“Sé que suenan raros. Después de todo, tú eres un Pony. No me sorprendería que me dijeras que tener dedos y caminar en dos patas es algo incómodo para ti.”

“Lo es aunque no lo creas. Aun estoy aprendiendo de los humanos… sus tradiciones, creencias, política,” un profundo suspiro escapó de su cuerpo, “por esas cosas estoy agradecida que Celestia me haya enviado aquí.”

“No es su culpa que los humanos vean a los ponies como una manera de escapar a este mundo caótico. Te diré algo que todo el mundo ve y nadie admite,” volteó a verme con curiosidad con los ojos bien abiertos.

“Los humanos somos avariciosos por defecto; nos encanta la lujuria y vivimos de la desgracia de otros. Vemos a su raza como una amenaza hacia nosotros, no porque no los entendamos, sino porque no podemos explotarlos. Ustedes están aparte de nuestro caos, seguros de nuestras guerras y enfermedades. Estamos celosos de eso.”

“No lo había pensado de esa manera,” tornó su mirada hacia la ventana junto a ella, “la ponificación debe ser legalizada, hay demasiado en juego.”

“Yo tenía otra cosa en mente,” mi frase causo que ella me diera otra de esas miradas llenas de fuego, “no malinterprete, Señorita Sparkle. No soy partidario de la anti-ponificación, de hecho debe suceder y es una de las razones por las que debo mantenerle con vida.”

“En ese caso, ¿cuáles son tus motivos? ¿Con quien trabajas? ¿El FBI? ¿La Interpol?”

“Trabajo por mi cuenta, no hay nadie detrás de mis operaciones,” respondí tranquilamente.

“¿Entonces porque pierdes tu tiempo protegiendo a una Pony?” su mirada se torno un poco mas sarcástica esta vez.

“Soy un hombre de recursos con una mentalidad ya extinta entre los humanos; estoy haciendo esto para asegurar la continuidad de la humanidad.”

“¿Haciendo qué? Solo trato de aliviar las tensiones entre tus políticos y mi reina. No soy un mesías, mantenerme con vida solo hará que, con suerte, se legalice la ponificación en la tierra, nada mas.”

“Señorita Sparkle-”

“Oh por el amor de Celestia,” cedió a la ira dentro de ella, “solo llámame Twilight.”

“Muy bien, Twilight,” aclaré mi garganta y continué, “También soy algo de investigador y matemático. Mis cálculos indican que la cantidad de humanos que hay en Equestria no es la suficiente para mantener a la población humana por más de seis generaciones.”

“Porque los numeritos?”

“La humanidad se está extinguiendo, y nadie lo admite nos estamos muriendo más rápido de lo que podemos reproducirnos, y aquellos que logran nacer, mueren pronto por las enfermedades que liberamos sobre nosotros mismos. Si puedo salvar a un seis por ciento de la población actual, sería suficiente para mantener una población funcional.”

“Y quieres salvarlos poniendo esos humanos en Equestria,” la mirada que tenia me dijo que venía venir mi comentario.

“Exacto. Pero no es mete seis por ciento ahí, espera a que la humanidad se acabe de matar y repoblar todo a la vez. Es un proceso lento, la caída de la humanidad no pasara de la noche al mañana. Debemos mantener esos humanos en Equestria y repoblar cuando llegue la hora.”

“Suenas loco, ¿lo sabes?” la mirada persistía.

“No le tengo miedo a los prejuicios que se me apliquen. Mis puntos de vista son extremistas para algunos, no los culpo. Sin embargo, tengo evidencia convincente de que la humanidad se extingue lentamente. La compartiré una vez que lleguemos a mi casa.”

“Si sabes que los humanos no conservan la memoria cuando van a Equestria, ¿verdad?” la mirada finalmente cambio a una con un poco de preocupación, pero estaba aliviado que la mirada vacía de ‘no estoy sorprendida’ haya terminado.

“Por eso tengo que buscar una manera de que se conserve la memoria después de la ponificación, la cual es otra razón por la cual debo mantenerte con vida. Verás, la humanidad no es rica solo porque tenemos más de nueve mil millones de personas pululando por nuestro planeta. Nuestras culturas y tradiciones son algo que va de la mano con nuestra identidad y varía de lugar a lugar. Si la humanidad va a ser preservada, también deben serlo las identidades de cada persona.”

Volteó su mirada al camino adelante, “¿que tan lejos está tu casa?”

“Es un camino a media hora de Nueva York, usando esa consola,” presione un botón cerca del volante, “podrás enviar correos electrónicos, hacer llamadas o simplemente ver la Televisión. Adelante.”

“Gracias, Leighton,” ella dijo con una sonrisa y después de eso se quedo callada. La ley y el orden UK la entretuvo lo suficiente para que babeara hasta llegar a mi casa.

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“Twilight, despierta, ya llegamos,” le sacudí el hombro para despertarla del profundo sueño en el que cayó después de quince minutos de ver la ley y el orden UK. Sus ojos se abrieron lentamente y masculló algo inteligible, seguido de un gran bostezo.

“Solo quince minutos eh?”

“Los shows de Televisión humanos son aburridos eh?” respondí con una mirada vacia mientras le ayudaba a bajar del carro. Ella contemplo la casa de madera de dos pisos que se veía entre la oscuridad.

“¿Una casa? Yo estaba pensando en una choza en medio de la nada.”

“Como dije, soy un hombre de recursos. Y también necesito comodidades. Por favor,” camine hacia la puerta principal de madera blanca, las luces se prendieron automáticamente cuando pise los escalones de madera hacia la entrada. Una llave dorada abrió la puerta que crujía por falta de grasa.

“Wow…” Twilight dijo boquiabierta, “nunca había visto algo así en toda mi vida.”

“Decoraciones inglesas del siglo diecisiete, por favor, no babees en la alfombra. Me cuesta una fortuna el lavarla,” le ofreci asiento en un espacioso sillón rojo, “¿Té?¿ Algo de beber?”

“¿Tienes de esta bebida amarga de color negro que los humanos toman cada mañana?” preguntó un una sonrisa.

“¿Café?”

“Si, eso. ¿Tienes?”

Una sonrisa se dibujo en mis labios, “Claro que sí. Siéntete libre de vagar por mi casa mientras te preparo el café.”

Ella se levantó inmediatamente y se dirigió hacia un gran librero en el lado opuesto de la sala. Nunca había visto a alguien tan interesado en los libros; afortunadamente para ella yo tenía todo tipo de ellos. Biologia, física, química, medicina, filosofía, literatura moderna y clásica… poseía casi todo libro importante jamás escrito por la humanidad en un librero de tres metros de alto por cinco de ancho.

“De donde sacaste tanto libro, esto es sorprendente!” exclamo con la sonrisa de un niño con juguete nuevo.

“Algunos los adquirí por subastas, otros son regalos. Puedes tomar el que quieras, solo no los rayes.”

“Ojala pudiera llevarme esto a Equestria, nos enseñaría mucho de ustedes,” dijo al ojear las páginas de ‘El Origen de las Especies’ de Charles Darwin.

“Asi es,” coloque una taza de café humeante en una pequeña mesa de vidrio en medio de la sala, “ese libro que tienes en manos es la piedra angular de la biología moderna. Nuestra literatura y conocimiento es algo que también debe ser preservado, de ahí que haya juntado la colección.”

“En serio planeaste todo esto, ¿verdad?”

“No me tomo este asunto a la ligera. Yo creo que la humanidad debe ser salvada, y así lo hare.” Tomé un sorbo de mi taza verde.

“Esa es una misión muy grande para un solo hombre, ¿no crees?” tomo un pequeño sorbo de su taza purpura y tosió, “¿no tienes leche?”

“Esta en el vaso junto a tu taza. Y si yo no lo hago, ¿Quién lo hará? La ONU está muy ocupada resolviendo diferencias entre árabes y americanos, sin contar a los chinos, rusos y europeos. Cada ciudadano le teme a su gobierno, la democracia murió con la última guerra que los Estados Unidos soltaron en el medio oriente. No culpo a la humanidad por ser sí misma, culpo a las acciones incorrectas que tomo la gente equivocada. Una vez mi especie tuvo valores, y quiero regresarle eso,” dije calmadamente, pero mi voz pareció perturbarle.

“Explícame, ¿qué tenemos que ver los ponies en este plan?” se recargo en el sillón con la taza en mano.

“Tu especie vive en una dimensión alterna a la nuestra, segura de todas las guerras y enfermedades que atacan a la humanidad cada dia. Tu gente es noble, gentil y evita el conflicto, opuesto a la naturaleza paranoica y problemática de los humanos. My plan es bastante simple, pero bastante complejo porque cubre cada defecto que le pude encontrar a lo largo de dos años de dedicado estudio. Verás, coexistiendo con los ponies en una base daría, bajo sus reglas, la humanidad puede recuperar los fundamentos de una sociedad pacifica y funcional. Transferimos al menos seiscientos millones de personas a sus tierras junto con nuestra cultura, libros, tu dímelo. Esperamos a que la humanidad caiga y entonces repoblamos.”

“Esa es mucha gente, no estoy segura si la Reina Celestia permitiría tantos ponies nuevos,” dijo colocando su taza en la mesa, cruzó sus piernas y la apertura de si vestido se deslizó por ellas, revelándome unos muslos que excedían las expectativas que tenia para un Pony.

“Esa es otra razón por la que te he traído aquí. Si Wikipedia es de fiar, entonces sus tierras son vastas e inexploradas. Podríamos establecer nuevos asentamientos para que lo pueblen los humanos, evitando así sobre poblar sus grandes ciudades. Asumo todo esto requiere la aprobación de la reina, y me gustaría pedirla personalmente.”

“Un momento,” se preparo para gritar apuntándome con su puño cerrado, “me secuestraste para que te lleve a Equestria!”

Estalle en carcajadas después de sorber de mi café, “por supuesto que no. Si lo que quisiera fuera ser ponyficado como cualquiera, me hubiera ido a Rusia. Mi interés es genuino. Me gustaría conocer a la princesa y explicarle la situación personalmente al único defecto en mi plan.”

“¿La reina es tu único defecto?” preguntó con el ceño bien fruncido.

“Ultimadamente, el éxito de mi plan depende en que ella acceda a dejar entrar tres millones de personas.”

“¿Qué paso con los otros quinientos noventa y siete millones?” su mirada se tornó sarcástica.

“Esa es la cantidad suficiente de humanos para preservar un pool genético decente para levantar a la humanidad mediante ingeniería genética en más o menos cien generaciones,” terminé mi café y puse la taza vacía en la mesa.

“¿Y si Celestia no accede?” pregunto cruzando otra vez sus piernas.

“Tres millones de ponies mas es el crecimiento estimado para tu población en un año. Accederá al menos a tres millones de personas.”

El silencio invadió el cuarto tras mis últimas palabras, Twilight se veía pensativa, mirando al suelo con detenimiento.

“Es tu dia de suerte, Leighton,” alzó su cara hacia mí, quebrando el silencio con voz firme, “Te creo. Mañana estaré presentando mi reporte a medio dia. Conozco un hechizo que evitara la pérdida de memoria posterior a la ponificación.”

“Disculpa, Twilight. Pero no pedí ser ponyficado,” agregue con una sonrisa nerviosa.

“No tienes opción. No puede haber humanos en Equestria, pues una vez que entras te transformas en algún tipo de Pony. Pero creo volverás a ser humano una vez que regreses a la tierra,” asentí la cabeza en aprobación, la sonrisa nerviosa cambio por una confiada lentamente.

“Muy bien, Twilight. Ve a dormir, debo prepararme,” me levante y le indique me siguiera hacia el segundo piso, para mostrarle el cuarto en el que dormiría. Al parecer la vela de mi estudio iba a estar prendida una noche más.

“ya son las once y quince, se supone debería estar despierta,” pensé con un gran plato de cereal en mis manos. Habia una pequeña mesa junto a la sala, con una gran ventana que permitia ver todo el jardín y dejaba entrar una bella mañana de Noviembre que se asemejaba a una de mayo pero sin todo el bochorno de la temporada seca. La televisión y la radio estaban llenas de basura que te lavaba el cerebro, tanto asi que ya no había ningún periódico honesto. Cada mañana era una mañana tranquila en esa casa, una de las razones por las que la compre con la intención de esconder a Twilight Sparkle y alejarme de la locura de la ciudad.

Con cada bocado de cereal, repasaba en mi mente todo lo que necesitaría para mi imprevisto viaje a Equestria. Tenia previsto viajar a esa dimensión, pero no tan repentinamente.

“Laptop, ya. USB, ya. Proyector, ya. Ropa de Pony, ya. Maletín, ya. Documentos, ya,” se repetía una y otra vez en mi cabeza con un nivel de enfoque muy alto, no escuchaba otra cosa que no fuera el sonido de mis dientes triturar las hojuelas de maíz.

“¿Qué hora es?” Twilight apareció junto a mi adormilada, sacándome de foco. Escupí el contenido de mi boca de vuelta al plato mientras ella gritaba por la asquerosa reacción.

“¡Lo siento!” exclamó tras su agudo grito femenino.

“Está bien, era la última cucharada de todos modos,” contesté calmadamente, alcanzando una servilleta y limpiando cualquier pedazo de cereal masticado que se hubiese caído del plato.

“¿Qué hora es? Otra vez,” se sentó en el lado opuesto de la mesa.

“Las once con dieciséis minutos. Dormiste diez horas con cuarenta y cinco minutos. ¿Cereal? ¿Té?” Estreché mi brazo para tomar un plato hondo, ella se levantó de golpe de su silla, abriendo sus ojos ampliamente.


“¡Vamos a llegar tarde!” me tomó de la mano y virtualmente me arrastró hacia el patio trasero. Era un dia soleado, algunas plantas ya empezaban a dar flores por la vernalización de invierno. Estas llenaban el aire con un aroma que en verdad hacia que el patio tuviera vida propia.

“Ah es cierto, tienes que reportarle a Celestia a medio dia,” liberé mi brazo de su fuerte agarre, “espera aquí, debo ir por mi maletín. Tu prepárate y te veré en el carro,” ella simplemente se quedo parada observándome raro. Yo la ignore y corrí adentro para agarrar todo lo necesario para el viaje. Me tomo algunos minutos de organización apurada en el segundo piso, pero una vez que baje a la planta baja vi a Twilight parada en medio de la sala.

“Dije que me esperaras en el carro, y ¿por qué no te has cambiado?” fruncí el ceño a la vista de su pijama morada.

“No necesitamos un carro o cambiarnos la ropa, podemos ir a Equestria de donde sea, ven conmigo,” caminó de vuelta al patio confiada, yo la seguí con algo de cautela. No sabía que tramaba la Pony de cabello morado.

“Mira Leighton,” volteo a verme cabizbaja, “Voy a llevarte a Equestria, solo con el propósito de que hables con Celestia, ¿entendido?”

“Entiendo cabalmente, Twilight. Estoy preparado,” contesté con confianza, apretando mi puño derecho.

“Muy bien… aquí voy,” su cuerno comenzó a brillar en un color lavanda intenso, liberando una tenue neblina que cubrió todo el patio. De los bordes de esta neblina, rayos comenzaron a ser lanzados hacia un solo punto frente a nosotros, creando un tipo de hoyo negro al cabo de unos segundos.

“Toma mi mano,” gruñó un poco por el cansancio, tomé su mano con una mezcla de miedo y emoción. El aura se volvió roja de repente junto con su cuerno, el sonido del aire siendo succionado hacia el hoyo comenzó a incrementarse.

“¡Salta!” saltamos hacia el hoyo y todo se tornó negro alrededor. Se sentía como su cayera a un abismo sin fin. Recuerdo que su voz se escuchaba en la distancia, pero no entendía lo que decía. Sentí como mi cuerpo cambiaba, se reajustaba, mutaba; llenándome con un dolor inimaginable. Cedí al dolor tras notar no podía ni siquiera ver qué era lo que me pasaba, solo cerré mis ojos y espere que el dolor pasara.

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“¿Leighton? ¿Leighton estas bien?” escuche una voz lejana mientras la luz golpeaba mis ojos al abrirse lentamente.

“¿Funciono? ¿Recuerdas quien eres?”

“Me siento como si me hubiera pasado un tren encima, golpeado en el estomago y arrastrado por un automóvil por diez kilómetros. Pero si me preguntas quien soy, te responderé que me llamo Leighton McRae con mucho gusto,” me incorporé lentamente, sobándome la cabeza con lo que era ahora una pezuña. Me di cuenta la voz femenina era de Twilight, pero ella era un pequeño equino purpura con un cuerno en la cabeza.

“Te ves bien, un Pegaso sano. Aunque no soy gran fan de tu color,” dijo al caminar hacia un estante repleto de libros cerca de ella. Fue en ese momento cuando me di cuenta que estaba en una biblioteca. Un libro flotó de los estantes y abrió sus páginas frente la cara de Twilight.

“De acuerdo a esto mi hechizo debería mantenerte fresco y lleno de memorias durante tu estadía en Equestria, siéntete en tu casa,” regresó el libro a su lugar y subió por unas escaleras en espiral frente a mi; la arquitectura del sitio era algo que nunca había visto antes. Parecía que estaba dentro de un árbol, con las paredes de un color café un poco desvanecido y ventanas circulares alrededor.

“¿Podría alguna persona pasarme un espejo?” caminé por la casa probando como se sentía mi nueva anatomía.

“Tendrás que cambiar personas por ponies aquí, y hay un espejo en el baño junto a la cocina,” su voz rebotó en las paredes de madera hacia mis oídos, seguí sus instrucciones para encontrarme con una sorpresa algo grata en el espejo.

“No me veo mal…” examiné cada parte de mi nuevo cuerpo. Mi piel se había vuelto de color gris pálido y mi cabellera era un poco menos café de lo normal, sin contar que dos grandes alas estaban pegadas a mi torso. Ahí estaban, pero no podía sentirlas.

“¿Twilight?” pregunté con preocupación, “¿Por qué tengo un tatuaje en las nalgas?”

“¡Por favor!” ella exclamó con enojo, podía ir su trote acercándose mas y mas, “se dice flanco aquí, no nalgas. Por eso les enseñamos modales cuando entran aquí,” asomó su cabeza de afuera del baño, “Y tienes una Cutie Mark?” No creo haya visto a un humano con una antes, déjame verla…”

Su mirada era la de una persona meramente curiosa, sin embargo, un Pony mirándote al flanco es un Pony mirándote al flanco.

“Si es una pluma y una espada, ¿lo puedes quitar?”

“¡Por supuesto que no!” volteó a ver la expresión en mi cara y se dio cuenta que su fascinación me incomodaba, “lo siento, es que me gusta tu marca, nunca había visto algo parecido. Significa que ya descubriste tu talento especial, algo con lo que te identificas y al parecer tiene algo que ver con plumas y espadas.”

“Disfruto escribir, pues fui periodista del Liverpool Echo alguna vez. Los mejores años de mi vida,” mi mente se inundo de recuerdos de aquellos días cuando tenía veinticuatro, veinticinco años, “eran años llenos de noches sin dormir,” agregué con una sonrisa.

“Twilight, acaso ya-” un pequeño dragón con escamas purpuras entró a la casa sin anunciarse, gritó al tope de sus pulmones cuando mis nuestros ojos se encontraron por primera vez, “¿Quién demonios es este tipo Twilight? ¿Es un ladrón? ¡Atrás!” amenazaba con un pequeño pergamino en mano.

“¿Así es como tratan a los huéspedes en Equestria? ¿Con un dragoncito amenazándote con una hoja de papel?” dije en tono sarcástico caminando hacia el dragón en la manera más respetuosa en la que mis pezuñas me lo permitieron.

“Twilight este Pony me está espantando, ¿qué pasa con su acento…?”

“No seas tan maleducado con nuestro huésped, Spike. Es un amigo mío, lo conocí en la tierra. Se llama Leighton McRae,” el dragón continuaba mirándome con ojos de furia.

“Encantado de conocerte,” estreche la pezuña para recibir el equivalente a un apretón de manos. El se quedo viendo expectante e ignoro el gesto, caminando hacia la Pony.

“¿Es un humano y recuerda su vida en la tierra? ¿Qué hace aquí? ¿Celestia va a querer explicaciones.”

“Me salvó la vida de vuelta en la tierra, lo menos que podía hacer es ofrecerme ayudarlo para regresar el favor,” Twilight caminó hacia un pequeño escritorio con un frasco de tinta y una pluma de algún ave.

“Mi especie está al borde de ser aniquilada. He venido con un plan para salvarnos a través de su estilo de vida; no tengas miedo, Spike. No represento peligro alguno para ti o cualquier otro Pony.”

“Usualmente no me agradan los humanos…” él se cruzo de brazos y miro hacia el piso, “Pero si a los que tienen un acento raro!” su cara cambio súbitamente por una de felicidad, “me encanta la manera en la que hablas, ¿acaso todos los humanos hablan como tú?”

“Me da gusto que se puedan llevar bien. Deja le escribo la carta a Celestia con mi reporte, Spike, muéstrale a Leighton el pueblo mientras tanto,” su cuerno comenzó a brillar y la pluma sumergió su punta en el frasco de tinta, escribiendo en el papel poco después.

“Muy bien, señor Leighton, ¡sígame!”El ahora alegre dragón movió su brazo, incitándome a seguirlo afuera en donde un maravilloso pueblo colorido apareció frente a mí. Nuevamente, la arquitectura era impresionante, con una mezcla de estructuras físicamente imposibles y una amplia paleta de colores que le daban la vida al pueblo. Alrededor, varios ponies pasaban junto a nosotros aparentemente felices, saludándose como si se conocieran de toda la vida. Era claro que la vida en este pueblo era simple, agradable y tranquila.

“¿Cómo se llama este lugar, Spike?” pregunte anonadado por mis alrededores.

“Ponyville, un pequeño y pacifico pueblo aquí en Equestria. Agradable, ¿no crees?”

“Apuesto mi flanco a que si…” No pude evitar el notar que me sentía asaltado por la mirada de todos los ponies alrededor. O todos se conocían o aquí o tenía un anuncio de nuevo en la frente.

“Aquí vivimos nuestras vidas de una manera simple, aunque muchas cosas pasan a menudo. Con todo este asunto de la migración humana, seguro que nos visita más gente a diario.”

“¿Cuál es el índice de incidencia criminal en este lugar?”

“Aquí no tenemos eso. Todos los ponies aquí son honestos y rectos, no necesitamos robar o pelear por algo. Pero si llega a ocurrir, se lleva a corte en donde un juez decide quien tiene mejores razones, y ambas partes firman un acuerdo en el que se comprometen a aceptar la decisión del juez.”

“Así que… ¿no tienen cosas como asesinatos o secuestros por aquí?” le mire con escepticismo escrito por toda mi cara.

“No, nada de asesinos o secuestradores. ¿Por qué preguntas cosas así?” respondió con una cara de escepticismo propia.

“De donde vengo la gente se pelea hasta por quien debe quedarse un cadáver. Venir a un lugar como este es… raro para mí.”

“Ya veo…” Spike se detuvo y apunto a un edificio que tenia la apariencia de un pastel de chocolate, “ahí es Sugarcube Corner. Si quieres probar los pasteles mas deliciosos de aquí, ese es el lugar.”

“La arquitectura es algo que resalta sobre el resto de este encantador pueblo, ¿se desarrollo en la localidad o es estándar nacional?” mire fijamente al panqué en la cima del edificio.

Spike se rió inocentemente inmediatamente después de mi pregunta, “¡me fascina la manera en la que hablas! Bueno, si das la vuelta en esta esquina encontraras el mercado en donde puedes comprar desde comida hasta suvenires.”

“En Inglaterra, cuando se hace una pregunta, es una cortesía común el tomarse la molestia de responderla,” dije calmadamente, pese a que me tomaba muy en serio esa aseveración.

“Ah, ¿así que vienes de un lugar llamado Inglaterra?” Spike preguntó con inocencia, era claro que no tenía ni la menor intención de ofenderme.

“Así es, es una gran porción de una isla al norte de la tierra. Es de hecho parte de un reino mas grande, llamado el Reino Unido que une a Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del norte bajo una sola bandera, aunque cada país permanece separado por fronteras bien marcadas.”

“¿Todos en el Reino Unido tienen acento como tú?” sus ojos se llenaron con una chispa inconfundible.

“Si, pero es distinto de lugar a lugar. Mi acento es nativo de Merseyside y se le dice comúnmente ‘Scouse’. Pero esta el acento escocés, el Geordy, el Mancunian… Hay muchos acentos distribuidos por todo el Reino Unido.”

“Eso es increíble…” pareció perderse en sus pensamientos un momento, “¡Ya sé! ¡Tengo un par de amigas que también tienen acentos, deberías conocerlas!” comenzó a correr sin previo a viso hacia un edificio parecido a un carrusel. Al principio no podía encontrar el ritmo correcto para correr, pero tras un par de metros descubrí era hasta más eficiente que correr en dos piernas, ya sentía lo que era galopar a toda velocidad. Spike entró al edificio sin tocar o avisar de su llegada, gesto que me pareció grosero por lo que me detuve junto a la puerta sin asomarme como se me había educado. Escuchaba a Spike gritar ‘Rarity’, hasta que una voz femenina anuncio que atendería en un momento.

“Tengo un Pony que deberías conocer! Pasa, Leighton, no pasa nada,” escuche a Spike gritar.

“Spike, mi educación me prohíbe entrar a la casa de alguien sin autorización del anfitrión.”

“¡Vaya vaya!” Un Pony blanco con un cuerno propio salió de la casa súbitamente vestida con pijama morada, “usted posee los modales de un verdadero caballero. Soy Rarity, orgullosa propietaria del Carousel Boutique.”

“Yo soy Leighton McRae,” tomé su casco y lo bese gentilmente, “Un placer conocerla.”

El unicornio blanco río en deleite, Spike me veía como cuando me conoció para mi sorpresa, “Con gusto lo haría pasar si tuviera el tiempo en mis cascos. Pero esta semana estoy muy cargada de trabajo esta tarde. ¿De dónde procedes? Tu acento es distintivo.

“Soy de Knowsley, Inglaterra,” la cara de Rarity cambió a una llena de dudas.

“Ah, cierto. Leighton no nació siendo un Pony, es un humano que Twilight se trajo de la tierra,” Spike interrumpió colocándose a mi lado.

“¿En verdad? Que acento tan lindo tienen ustedes los humanos, querido. Y que te trajo aquí, señor McRae?” para mi sorpresa, su reacción fue totalmente distinta a la discriminación que preví.

“Vengo con una propuesta para la Reina Celestia. La humanidad pronto se extinguirá y planeo salvarla a través de su estilo de vida.”

“¡Increíble! Me encantaría ver más humanos por aquí, imagina todos los tipos de moda que pueden traer del a tierra, las posibilidades son ilimitadas!” su lenguaje corporal demostraba mucha clase, y su acento también era distintivo. Si no fuera un Pony seguro encontraría a alguien como ella atractiva.

“Mira la hora, tenemos que irnos. Seguro Twilight ya termino su reporte, es mejor que nos retiremos,” Spike dijo con un poco de nerviosismo en su voz, tomándome de la pezuña y arrastrándome lejos del Carousel Boutique.

“Muy bien. Leighton, cariño, si llegas a estar cerca y deseas un atuendo que sea de tu… clase, mi humilde boutique siempre estar abierta para ti. Considéralo un favor personal,” guiño su ojo izquierdo mientras Spike incrementaba la fuerza de su jaloneo. Cuando finalmente decidió soltarme, la caminata de vuelta hacia la biblioteca se vio atacada por un silencio incómodo.

“¿Sabes? El acento de Rarity es muy similar al mío, se le dice acento del atlántico medio en la tierra” Spike persistía en ignorarme, era fácil del saber que algo había hecho para molestarle.

“¿Que sucede?” pregunte cortésmente colocando una pezuña en su espalda.

“Nada,” empujo mi pezuña lejos en tono de rabieta.

“¿No quieres hablar eh? Entonces tendré que deducirlo…” Respiré profundo, preparándome para hablar rápido y sin parar, “¿Racionalización? No, el tiempo para procesar sentimientos no es el suficiente, debe ser una respuesta inmediata. Yo fui cortés, Rarity fue cortés y no parece que cargues sentimientos negativos contra ella. Caminaste deliberadamente y sin permiso a la casa de Rarity, esto no pareció ofenderle sin embargo, debe haber sido algo que hice. Poco probable, mantuve una atmosfera de cortesía durante toda la charla, la cual interrumpiste; no, debe ser síntoma, no la causa. Actitud, el setenta y cinco por ciento del intercambio de palabras ocurrió entre Rarity y yo, junto con su lenguaje corporal expresivo y excesivo uso de ademanes apuntan a que interrumpiste la conversación por el sentimiento de ser separado de la atención de Rarity, un sentimiento también conocido como celos; por lo tanto, sientes algo por ella. ¿Estoy en lo correcto?”

“¿Si?” respondió boquiabierto y acertándome una mirada rara.

“Lo sabía,” toqué la pequeña puerta de madera de la biblioteca.

“Adelante” fue la respuesta de adentro.

“Después de ti, Spike,” le abrí la puerta y entro a la biblioteca con un temple raro. Después de cerrar la puerta tras de mi noté Twilight tenía un papel en su posesión.

“Rápido Spike, envíale la carta a Celestia,” ella le paso el papel al dragon, quien lo sostuvo cerca de su hocico y le sopló aire verde haciendo que se desvaneciera en una columna de humo chispeante que voló por una ventana.

“Asumo la correspondencia de aquí es veloz.”

“Si que lo es,” Spike soltó una breve carcajada, “usualmente responde en pocos minutos.”

“Muy bien. Twilight, ¿que sigue?” pregunté preocupado.

“Esperamos a que responda,” se volteó hacia un librero junto a ella y levitó un libro hacia ella.

“También asumo que le dijiste que tengo una propuesta que presentarle.”

“Si, no te preocupes Leighton. Aunque no lo apruebe le presentaras tu plan,” se volteó al libro frente a su cara.

“Estoy muy agradecido por esta oportunidad,” me hinque de manera reverencial en agradecimiento, pude ver como se sonrojaba atrás de su libro. De repente, Spike comenzó a temblar y eructó poco después.

“¡Modales por favor!” un papel voló directo a las pezuñas de Twilight.

“¿Ya? Eso fue rápido…” abrió la carta y aclaro su garganta, pero antes de pronunciar una sola palabra, su cara cambio a una de miedo.

“Esto no puede ser bueno.”

Capitulo 4

“Demando tu presencia y la del señor McRae en mi corte antes de las seis en punto,” leí el papel con asombro, Twilight caminaba en círculos muy nerviosa por el cuarto.

“Sabía que era un error, ¡estúpida!” se golpeó la cara con su casco de manera violenta, corrí para evitar que se conectara el segundo.

“¿Qué está pasando?, quiero una explicación, comienzas a espantarme,” exclame en desesperación, tomando la pezuña de Twilight a tiempo.

“Spike, ve a pedirle el carruaje a Applejack. Leighton, toma tu maletín y quédate aquí conmigo, no puedes salir a la calle,” la yegua corrió hacia un librero y los libros comenzaron a volar alrededor de ella.

“¡Enseguida!” el pequeño dragón se apresuró al salir de casa, olvidando cerrar la puerta tras él. Yo alcancé mi maletín y saque mi laptop azul.

“¿Qué es eso?” Twilight pregunto con un libro flotando en frente de ella.

“Reviso mi Laptop, necesito verificar si la presentación y el proyector funcionan en esta dimensión,” dije intentando teclear mi larga y segura contraseña, pero sin dedos era una tarea casi imposible.

“¿Extrañando tus dedos?” preguntó con tono y sonrisa burlona.

“Sirven para más cosas aparte de escribir en una computadora, no contemplé esto,” continué mis inútiles intentos mientras ella se perdió en uno de sus libros, guardando silencio. Me tomo alrededor de cinco o seis minutos el cuidadosamente escribir mi contraseña con la punta de mi pezuña izquierda.

“¡Voila! ¡Funciona!” exclame en deleite al ver el escritorio de mi computadora intacta, al parecer la tecnología no se distorsionaba al cambiar de dimensión. Ella asomo un ojo por encima de su libro para ver porque hacia ruido.

“¿No tienen tomas de corriente eléctrica aquí? Necesito conectar el proyector,” escanee el cuarto con mi mirada rápidamente, notando la falta de instalaciones eléctricas.

“No,” dijo con simpleza, “pero déjame ver eso,” su cuerno comenzó a brillar mientras se acercaba al pequeño proyector blanco que acababa de sacar del maletín. Una pequeña aura morada le rodeo y sus luces comenzaron a encenderse, sin estar conectado de algún lado, el proyector estaba prendido.

“Con trucos así ojala hubiera salido unicornio, muchas gracias. Ahora, deja conecto este cable a la computadora…” tome los cables de audio y video con mis dientes, luché para ponerlos en la posición indicada. Me sobe el cuello tras el tremendo esfuerzo.

“Al menos tu truco funciona, puedo ver el contenido de mi laptop en la pared,” ella contempló anonadada el fondo de escritorio de Ferrari que veía en los muros.

“Bueno, supongo es justo te muestre la presentación con-”

“Oye Twilight! ¿Tas aquí?” una voz femenina con acento sureño gritó enseguida de que se escucho como la puerta era abierta de golpe.

“¿Applejack? Gracias a Celestia que estas aquí, necesito un favor,” Twilight corrió hacia una Pony anaranjada con pelo rubio y sombrero vaquero en su cabeza.

“Spike dijo que necesitabas mi carro, y aquí te lo traigo en persona.”

“Maravilloso, muchas gracias,” la Pony morada corrió afuera, probablemente para revisar el carruaje. Applejack observo como su amiga salía disparada por la puerta, mientras yo me acercaba cautelosamente para presentarme.

“Disculpe, dama. No creo que nos hayan presentado, mi nombre es Leighton McRae, y ested es…” estreché mi casco para recibir algo parecido a un apretón de manos.

“Tú debes ser el Pony del que tanto habla Spike. Mi nombre es Applejack, ¡un placer conocerte!” ella tomó mi mano y la sacudió de una manera que podría ser considerada violenta por algunos.

“El placer es mío, Señorita Applejack,” solté mi pezuña de su violento gesto de presentación, “aprecio al favor que nos esta haciendo.”

“No es un problema, señor McRae,” en ese momento su mirada se quedo fija en la mia, como si tratara de ver hacia mi alma, “no quiero ofender, pero, ¿es cierto que eres un humano?”


“Así es, soy un fino espécimen nacido un veinticinco de Agosto de mil novecientos noventa y siete en Knowsley, Inglaterra,” dije con orgullo mientras Twilight entraba a la biblioteca con una mirada mas preocupada que antes.

“Todo está listo, deberíamos partir en unos minutos. Le pedí a Rainbow Dash que convenciera a algunos Pegasos para que nos lleven, no deberían tardar.”

“¿Qué tienes, Twi?” Applejack pregunto cariñosamente colocando una pezuña en el hombro de su amiga.

“Nada, solo estoy estresada” se sacudió la pezuña del hombro y camino hacia mí “Leighton, ¿no me ibas a presentar algo?”

“Cierto,” al darme cuenta caminé hacia la imagen proyectada en la pared, “estaba a punto de presentarte la razón por la que vine a Equestria. Applejack, ¿te gustaría quedarte a ver?”

“Claro, me gustaría ver que hacen todos estos cachivaches,” se sentó en el piso junto al proyector.

“Spike, no te vi entrar; ¿te importaría pasarme el control remoto que está en el maletín?” él acababa de entrar y contemplaba con asombro a la pared, al oir mi petición asintió la cabeza y rápidamente me le dio. Este control interactuaba con la computadora sin tener que tocarla, un utensilio muy útil para presentaciones de negocios.

“A continuación,” aclaré mi garganta y en la pantalla aparecieron las palabras ‘Proyecto CH, “Les presento el proyecto Conservación Humana, un plan para asegurar la supervivencia de la humanidad.

Todos en el cuarto miraban con asombro a las proyecciones en la pared, “el objetivo del proyecto es, como su nombre lo dice, asegurar la conservación humana. Pero puede que se preguntan, ¿Por qué la humanidad necesitaría que la salvaran?” presioné un botón y la diapositiva cambio, “La humanidad ha alcanzado un punto crítico en su historia. La tasa de mortalidad esta por los cielos debido a la guerra, la hambruna y las enfermedades; y la tasa de natalidad es muy baja para compensar con la cantidad de gente que muere a diario. El incremento de la tasa de natalidad y el decremento de la de natalidad es llamado por los expertos como ´transición demográfica inversa.’

Este fenómeno empezó al final de la década de 2010, con la liberación de la neofagia en China, un virus creado en los laboratorios que se decía controlaba la natalidad. En vez de quedarse confinado en China, este se salió de control y se esparció por toda Asia.”

“Se tomaron medidas para controlar la neofagia?” Twilight preguntó con pluma y lápiz flotando junto a ella.

“Si, pero de la manera incorrecta. Los Estados Unidos crearon un retro antiviral para el virus, pero en vez de ofrecerlo a través de las Naciones Unidas, se atoró en el sector privado y solo alcanzó a las personas con los recursos suficientes para pagarlo. Esto llevó a China a una guerra civil que derrocó a su gobierno con un golpe de estado, estableciendo un nuevo régimen militar para el año de 2019.”

“Continua, por favor,” murmuró apuntando en su papel concentrada, la cara de Applejack mostraba terror y Spike se veía bastante entretenido, pues sus ojos estaban bien abiertos al observar las imágenes de la guerra civil China.

“Con el paso de los años, casos de neofagia fueron reportados por todo el mundo, pues el vector de transmisión es el aire. Europa, África, América… La neofagia hace que solo uno de mil embarazos sea viable y pronto se convirtió en el horror de la muchedumbre. Suicidios en masa propagaron un sentimiento pesimista apocalíptico que se apodero de la mentalidad mundial. Y si se ve desde esta perspectiva la humanidad si tiene los días contados. Pero por desgracia, no es el único problema tras nosotros.”

Presione el botón para cambiar diapositiva y dos graficas lineales aparecieron en la pared.

“Las gráficas aquí mostradas son una comparación del crecimiento poblacional contra la producción estimada de comida, entre un evento hipotético propuesto por Thomas Malthus en 1798 y la situación humana actual. Este hombre previo esta situación hace casi doscientos cincuenta años, pues se dio cuenta la población incrementa geométricamentey la comida se produce de manera aritmética. Sus números fueron criticados al principio, pero como pueden ver la humanidad pasa por la catástrofe maltusiana, ya no hay suficiente comida para todos nosotros. ¿Los resultados?” cambie la diapositiva nuevamente por una que mostraba fotografías de muerte, hambruna y desorden social.

“La muerte de aquellos que no tienen acceso a la comida, el sector más pobre fue el primero en caer. Mientras la comida escaseaba, sus precios se dispararon, causando grandes peleas en las calles por el alimento. Este problema también afecta a la natalidad, pues una madre necesita de una buena nutrición para la criatura en su vientre. Con este problema, uno de cada cincuenta mil embarazos generará un bebé sano.”

“¿No debería esta catástrofe estabilizar la demanda de comida?” Twilight preguntó nuevamente.

“Matemáticamente, si, debería. Pero la teoría maltusiana puede ser aplicada a otros recursos. La energía, por ejemplo, está muy relacionada con el sector alimenticio. Nos hemos terminado las reservas de petróleo, lo que generó todo un efecto dominó en la producción de comida. Al no tener combustible para sus maquinas, los agricultores se vieren forzado a cambiar sus plantíos de maíz por plantíos de biocombustibles, reduciendo la producción y aumentando el costo. Menos producción, mas costo.”

“No tenía idea los humanos tenían tantos problemas,” Applejack agregó aterrorizada por la presentación.

“Esto, es solo la mitad de los problemas que tenemos,” cambie la diapositiva por una con fotografías de ciudades devastadas y campos de batalla, “Las guerras, son la razón por la que la humanidad se extingue a un paso acelerado. Los conflictos actuales son entre los Estados Unidos de Norte América contra Las Naciones Árabes Unidas; y entre la Nueva Republica Popular China contra La Unión Europea y la Federación Rusa en lo que se conoce como la tercera guerra mundial. Los Americanos pelean por el control de las tierras árabes, que se dice son vastas en recursos. Los Chinos pelean contra los Rusos y Europeos por una repartición más justa de recursos, pues China se ha convertido en un montón de tierras infértiles por la sobrepoblación y el resquicio de la guerra civil.”

“Así que… están peleándose para sobrevivir?” Twilight preguntó con tristeza en su voz.

“Es una batalla por robar los recursos de otros países. El capitalismo es un monstruo que demanda ser alimentada y la guerra sirve ese propósito: Más recursos que se traducen en dinero para el monstruo hambriento. En vez de intentar llegar a la amnistía o desarrollar formas de explotar otros recursos, la ONU desvió fondos de la Comisión de desarrollo de ciencia y tecnología y del Comité de desarrollo sustentable al Comité contra el Terrorismo, una escusa burocrática para avivar la guerra. El resultado es una cifra de dos billones de muertos y contando, y no estamos usando el arsenal nuclear. Numeros oficiales de la ONU afirman que cada dia, al menos tres mil personas pierden la vida como resultado de las guerras. Esto incrementa la mortalidad y corta la natalidad a la mitad, dando como resultado la impactante estadística de un solo nacimiento viable de cien mil.”

“¡Eso es horrible!” Spike exclamó cubriéndose los ojos con sus manos, asomándo un ojo entre sus dedos como un niño curioso.

“Tomando esos números y haciendo algunos cálculos,” cambie la diapositiva nuevamente, ahora mostrando varios números, cifras y fórmulas, “podemos ver que la humanidad está cayendo en un cuello de botella poblacional, un evento en el que una gran parte de una especie muere. El cuello de botella causa una causa en la variabilidad genética, provocando la perdida de plasticidad genética para adaptarse a nuevas presiones selectivas. Considerando las tasas de natalidad y mortalidad, la humanidad se quedara en el billón de individuos en dos años, considerando amnistía. Pero aun así, las proyecciones muestran que la resaca de la guerra hundirá la economía un una recesión sin precedentes, provocando la extinción humana en tres años contando desde este momento. Hay que tomar acciones, y hay que tomarlas ya.”

“Entonces, ¿Cuál es el plan?” Applejack preguntó esperanzada.

“Transferimos un mínimo de tres millones de personas a Equestria. Este número fue calculado a través de varios programas de computadora, y es la mínima población viable. Esta cifra nos indica la cantidad necesaria de individuos requeridos para triunfar el ambiente, y lo calculé con una probabilidad de éxito de un 97.3%.”

“¿Así que estás diciendo que se necesitan tres millones de humanos para salvar a la humanidad? ¿Qué es la probabilidad de éxito?” Applejack preguntó curiosamente.


“Tres millones de humanos es considerando la utilización de ingeniería genética y en un lapso de ciento cincuenta años. La simulación de computadora toma en cuenta la probabilidad de que ocurra un desastre natural. Hay un 2.7% de probabilidad de que la humanidad se extinga si se salvan tres millones de individuos. Pero la mínima población viable para resultados instantáneos y un éxito del cien por ciento es de seiscientos millones de humanos, sin necesidad de ingeniería genética. Considerando que el flujo de personas a Equestria ilegalmente es de al menos cien individuos al mes, un máximo de treinta y seis mil personas se estimara llegarían al cabo de tres años. Ofrecer una ponificación libre, legal y voluntaria alrededor del mundo causaría la llegada de aproximadamente cincuenta mil individuos a la semana, alcanzando los cinco millones doscientos mil inmigrantes en solo dos años, más que suficiente para salvar a la humanidad.”

“¿Cinco punto dos millones de ponies?” Spike pregunto asombrado, “eso es como la decima parte de la población de Equestria.”

“La última palabra la tiene Celestia. Ahora que explique las cifras, les explicare las implicaciones sociales y su relación con los números, mi área de preferencia,” justo antes de que cambiara de diapositiva, Twilight se levantó con un gran aire de incomodidad alrededor.

“Leighton, disculpa que te interrumpa, pero creo que es momento de partir hacia Canterlot. Mientras antes veamos a la Reina Celestia mejor,” ella, de alguna manera, apago el proyector, su cuerno brillo y ella mostró una sonrisa claramente fingida.

“Como desees, ayúdame a guardar mis cosas y saldremos enseguida,” apagué mi laptop y la guarde en mi maletín.

“Spike, ve a ver si Rainbow Dash ya consiguió ayuda. Applejack, ¿podrías escoltar a Leighton al carruaje? Los alcanzo en un minuto, tengo que ordenar algunas cosas,” Twilight ordeno alzando unos libros al aire, su fiel dragón salió disparado hacia las calles nuevamente.

“No hay problema Twi. Leighton, ¡sígueme!” Applejack respondió alegremente caminando hacia la salida. Sabia Twilight estaba ocultando algo; era fácil saberlo por si actitud, tono de voz y acciones, aparentemente, los ponies son pésimos mentirosos. Seguí a Applejack afuera, donde un viejo carruaje rojo aguardaba frente a la biblioteca.

“Súbete,” dijo abriéndome la puerta cortésmente para que pudiera pasar. Un par de cojines desgastados y carcomidos por el tiempo servían de asientos sobre un par de salientes de madera a cada lado del carruaje. A los lados, dos puertas circulares cubiertos por cortinas purpuras disminuían la cantidad de luz que entraba. Applejack cerró la puerta justo después de que entre en el.

“Applejack, ¿qué sucede?” mi voz rebotó dentro del carruaje.

“No estoy segura, pero si estoy tan confundida como tú, pero no te apures. Cuando Twilight se porta así es porque tiene buenas intenciones,” aseguro con una sonrisa honesta. Por la ventana vi que caminó adentro de la casa y la soledad me acompaño por un rato dentro del carruaje.

Mi silenciosa meditación se vio interrumpida bruscamente por la voz de Spike, que anuncio la llegada de los Pegasos intensamente. Twilight abandonó la casa rápidamente con dos bolsas grises en su lomo. Se subió al carruaje tras ordenarle a su asistente que manejara los Pegasos.

“¿Qué hay en las bolsas?” observé sus bolsas con cuidado, ella sacó un libro y comenzó a ojearlo.

“Libros, solo libros,” trató de cortar la conversación con respuestas cortas. El carruaje comenzó a moverse con un brusco movimiento, tomando velocidad y despegando después

“¿Para qué son los libros?” pregunté con tono mandón, esto hizo que volteara a verme con seriedad.

“Estoy buscando una manera de ayudarte,” en ese momento noté la portada del libro leía ‘Hechizos interespecíficos’.

“¿Entonces porque conservarme tanto secreto?” ella cerró su libro de golpe y suspiró profundamente.

“Porque no deberías estar aquí.”

“¿Por qué, por qué no debería estar aquí? Sentí un escalofrío deslizarse por mi espina con la noticia, pero lo explicaba todo. Ella miraba al piso de madera del carruaje, evitando el acoso de mi mirada.

“Los humanos no pueden entrar a Equestria tan fácilmente,” dijo mortificada volteando sus ojos lavanda hacia las nubes afuera.

“Muy bien, te entiendo. Pero aun no me explicas porque mi presencia es un crimen.”

“No debí haberte traído, Celestia va a pedir tu cabeza,” acomodó su cuerpo buscando una mejor posición en el asiento rojo debajo de ella.

“¿Crees que unos cuantos ponies bastarán para matarme?” remarqué sarcásticamente.

“Ella no te matara. Celestia es un Pony bastante razonable y una gran gobernante, pero la noté enojada en su carta. Y nunca la he visto enojada.”

“Nosotros los humanos tenemos un dicho que va: ‘siempre hay una primera vez para todo’. Tranquila, si enloquece te cubro,” guiñé mi ojo mientras notaba una sonrisa nerviosa en sus labios.

“Oigan muchachos,” Spike asomó su cabeza por una pequeña puerta en el techo del carro, “estos tipos sí que vuelan rápido, no deberíamos tardar mucho en llegar a Canterlot.”

“Anotado, gracias Spike,” Twilight dijo más tranquila, a la vista de esto, alcancé mi maletín y saqué un gran libro de pasta gris.

“¿El hombre que confundió a su mujer con un sombrero? ¿Qué clase de libro es ese?” contempló confundida la portada de mi libro.

“No es una novela de un sujeto que confundió a su mujer con un sombrero. Es un libro de psicología humana; lo he leído por un par de semanas ya. La mente humana es un acertijo imposible de resolver.”

“Siempre estás haciendo algo interesante, ¿verdad? No puedo terminar de creer que todo lo que dijiste de la humanidad hace unos minutos es cierto,” dijo con un profundo suspiro.

“La información no fue fácil de reunir, deja de lado el proceso. Tuve que aprender a reunirla y a procesarla, por eso me tomó dos años formar este plan.”

“¿A qué te dedicabas antes de hacer el plan?” preguntó dejando de lado toda la preocupación que llegó a sentir.

“Antes de dedicarme a esto…” un profundo suspiro emanó de mi interior al voltear al cielo azul claro afuera, “Era un profesor de Sociología e investigador en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Cambridge.”

“¿Profesor de Sociología? No creo le enseñaras a tus alumnos como matar a alguien con una pistola, ¿que no eras periodista?” un sentimiento de confusión se apoderó de su mente.

“Mi trabajo de periodista eventualmente me llevó a estudiar un doctorado en Sociología. Cuando la guerra alcanzo el Reino Unido tuve que aprender a protegerme de saqueadores y ladrones. Al principio era muy torpe, pero dicen que la practica hace al maestro.”

“Claro, ¿y como se te ocurrió el proyecto Conservación Humana?” su inigualable curiosidad era algo remarcable, pero que yo encontraba algo molesto.

“Al estudiar sociología, noté cambios radicales en la dinámica, estructura y comportamiento social humano. Al revisar unos libros me encontré con los números de Malthus, y como nos estábamos acercando a ellos. Traté de advertir a mis colegas, pero se rieron de mí. Por lo que ahora debo salvar su trasero, digo, flanco.”

“¿Tienes familia?”

“Alguna vez tuve,” suspire nuevamente, esta vez de manera más profunda, “mi madre era una enfermera escocesa y mi padre un Cardiólogo del Real hospital de la Universidad de Liverpool, así como un gran fanático del Liverpool F.C. Ambos murieron en un bombardeo a la ciudad hace unos años, yo estaba en Londres en ese momento.”

“Lo siento…” murmuró arrepentida, “no tenía idea.”

“Está bien, su muerte fue hace mucho tiempo y ya lo he superado. Si no te importa, me gustaría leer mi libro un rato, si no te molesta,” no tomé ofensa de su comentario, pero preferí guardar silencio hasta nuestra llegada a Canterlot.

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El carruaje se detuvo de manera brusca, tirándonos a mí y Twilight al piso sin aviso, “Hemos llegado, ¡el palacio de la Reina!” anuncio Spike desde la puerta del techo. Rápidamente me incorporé y le abrí la puerta a la Pony morada.

“Gracias,” me miró con una sonrisa. Descendí el vehículo para descubrir un gigantesco jardín con un camino de cantos rodados que guiaban hacia los interiores de un majestuoso palacio pintado de gris con cúpulas doradas adornando las torres que salían a los lados y sobrepasaban la muralla de piedra ígnea detrás. Delante de nosotros, un majestuoso Alicornio con su melena coloreada como un arcoíris contemplaba nuestra presencia con un gran aire de autoridad. A su lado, otro Alicornio más pequeño de color azul marino con una tiara azulada caminó de atrás.

“¡Reina Celestia!” Twilight se inclinó instantáneamente al percatarse de su presencia, gesto que yo copie casi inmediatamente.

“Levántate, mi querida y fiel estudiante. Es un placer contar contigo una vez más,” saludó a Twilight con una cálida sonrisa, el Alicornio oscuro a su lado simplemente observaba.

“Querías vernos y aquí estamos, Reina,” Celestia volteó sus bellos ojos magenta hacia mí con una mirada pretenciosa.

“Veo has traído al humano contigo,” se acercó a mi lentamente, “Yo soy la Reina Celestia, regente de Equestria. A mi lado yace la Princesa Luna, ama de la Luna y la noche. Ante mi esta un Pony al cual no he visto antes, ¡identifíquese!” exclamó con voz autoritaria.

“Yo soy Leighton McRae,” me arrodille de manera reverencial, “hijo de Steven y Allison McRae, nacido en el suburbio metropolitano de Knowsley, Inglaterra. Su presencia me honra, su alteza.”

“Dijiste los humanos no tenían modales,” dijo la callada Princesa Luna cubriendo su sonrisa burlona con un casco.

“Tu gesto me sorprende, señor McRae, levántate,” me incorporé mientras ella se volteaba hacia el castillo, “síganme adentro, necesitamos discutir algunas cosas,” caminó por las piedras hacia los interiores del palacio, decorado con estandartes dorados y azules que simbolizaban al sol y la luna. Una gran alfombra rosada marcaba el camino hacia el trono por las escaleras protegidas por dos Pegasos con armadura dorada. La Reina subió los escalones hacia su majestuoso trono dorado, al lado, otro de color plateado más pequeño era el asiento de su hermana, Luna. Desde su trono, miro abajo hacia Twilight y yo.

“Si la correcta de Twilight es precisa, eres el humano que entró a Equestria con su ayuda, ¿correcto?” preguntó con una mirada arrogante.

“Así es. Después de salvar la vida de Twilight Sparkle en Nueva York, la lleve a un lugar seguro fuera de la ciudad americana donde, después de escuchar cuidadosamente mi propuesta, accedió a traerme aquí con el solo propósito de hablar con usted, su majestad,” afirmé con voz sólida, avanzando un par de pasos durante el discurso. La cara de Celestia estaba llena de desprecio, pero esto no me intimidaba.

“Recuerdo esa parte en la carta,” cerró sus ojos y suspiro molesta, “supongo es justo que te compense por salvar la vida de Twilight. Mi atención es tuya, Leighton.”

Reaccioné inmediatamente buscando mi maletín con la computadora y proyector, mis cascos se agitaron inútilmente a mi lado hasta que noté le había olvidado en el carro. Mi cara se tornó roja de la vergüenza.

“De hecho había preparado una presentación para la ocasión, su alteza,” suspiré decepcionado, “pero dada la falta del mismo, me explicare a capela, como dicen en mis tierras,” mis piernas comenzaron a temblar en una mezcla de miedo y emoción. La mirada de Celestia mantenía su oscuro temple, era algo que jamás había visto antes.

“La humanidad ha alcanzado un punto crítico en su historia; la hambruna, las guerras y las enfermedades nos exterminan a un paso avasallador. Mis estudios indican que la humanidad se extinguirá al cabo de tres años.”

“Estoy bien consciente de la situación en la tierra,” respondió con tono seco.

“He elaborado un plan para salvar a la humanidad consistente en la re-localización de al menos tres millones de individuos aquí en Equestria. El plan consiste de tres fases. La primera, que es la re-ubicación de los tres millones de humanos en Equestria, la segunda, que consiste de la coexistencia entre su gente y la mía, periodo en el que esperamos a que la humanidad se extinga, y la tercera y final fase, que es la gradual re-población de la tierra.”

“¿Y por cuánto tiempo tendríamos a los humanos aquí?” pregunto con el ceño fruncido.

“Aproximadamente ciento cincuenta años. Colocando a los únicos sobrevivientes de la humanidad aquí hundimos a mi especie en una situación de cuello de botella. Le ahorrare la explicación y solo le diré necesitamos ingeniería genética para poder sobrevivir y adaptarnos al mundo nuevamente, pues perdemos variabilidad genética.”

“¿Hay alternativas para albergar a los humanos por menos tiempo?”

“Si, la cantidad requerida para resultados inmediatos es de seiscientos millones de humanos.”

“Veo es un asunto de cantidad contra tiempo,” Celestia volteo a ver a su hermana y esta asentó la cabeza.

“¿Qué le pasara a su diversa civilización? Sabiendo que los humanos no conservan su memoria al viajar a Equestria,” preguntó la tímida Princesa Luna.

“Esperaba le permitieran a los humanos conservar sus memorias, pues nuestro conocimiento, tradiciones e identidad deben ser preservados también,” los dos Alicornios cambiaron la expresión de sus rostros con asombro.

“Leighton, ¿no sabes por qué le cambiamos la memoria a los humanos en su llegada?” preguntó Celestia condescendientemente.

“Desconozco el motivo, su alteza.”

“Ustedes son… superiores a nosotros en ciertas áreas, pues tienen una mente más complicada y compleja que la nuestra, lo que les permitió alcanzar la tecnología y estratificación social que tienen hoy en dia. Pero este rasgo también los hace… peligrosos.”

“¿A qué te refieres?” pregunté confundido.

“Esto hizo que ustedes empezaran a pelear por ideales y crear distintas explicaciones para lo mismo en vez de desarrollar un sentido de unión y camaradería. Si yo le permitiera a los humanos conservar sus memorias, ellos podrían traer consigo la corrupción, crímenes y guerras que afectan la tierra hoy en dia.”

“No estaría trayendo asesinos peligrosos o estrellas de cine famosas, su alteza. Al prever esto, cree un test psicológico para las personas que deseen ser ponificadas, basado en varios test de personalidad.”

“¿Y qué evita que la persona mienta en el test?” su pregunta me tomó con la guardia baja, “¿Qué previene que un soldado cobarde mienta para entrar a Equestria?”

Sentí un nudo en mi garganta al quedarme sin palabras por un instante, mi mente analizaba lo más rápido que podía la situación. Al acabar todo posible argumento, un sentimiento de coraje comenzó a sobreponerse al nudo en mi garganta y velozmente se esparció por todo mi cuerpo. Di dos pasos al frente y miré a la mismísima Reina a los ojos.

“Los mismos valores que mantienen a tu gente unida, esos que la humanidad perdió con el paso de los siglos y yacen durmientes en los corazones de cada persona que está aterrorizada de su propio gobierno. No permitiré juzgues a toda la humanidad por las decisiones de gobernantes corruptos y burócratas mentirosos, porque mi raza está llena de grandes seres humanos que merecen una segunda oportunidad y no el infierno por el que atraviesan,” ambas regentes contemplaban mi discurso anonadadas.

“Yo no forjé este plan con la idea de salvar cobardes y maricas, lo hice con la honesta idea de salvar toda una civilización que cae sin control por sus propios errores, esperando podamos aprender de ellos en un futuro. En lugar de rendirme y viajar aquí para vivir una vida como alguien quien yo no soy, conservé la fe en la humanidad. Por eso y más estoy seguro que si le otorgan esta oportunidad a la humanidad, aprenderemos de su civilización y resurgiremos como una raza mejor, más unida y fuerte,” mi motivado discurso agotó mi cuerpo y mente, por lo que estaba jadeando fuertemente al final del mismo. Los dos Alicornios callaron por un minuto, seguramente analizando lo que acababa de decirles.

“Que discurso tan motivador,” Luna dijo con una sonrisa en labios, “si dependiera de mi, aceptaría tu plan, pero la decisión es de mi hermana,” volteó a ver a su hermana con una mirada compasiva.

“Leighton,” la regente mayor cambio su mirada por una mucho mas compasiva al ver a su hermana menor, “eres un excelente orador. Pero no concederé esta oportunidad tan fácilmente, ¿has planeado la implementación también?”

“Si, será un repartimiento justo de seiscientas mil personas por continente, he hecho los cálculos considerando nacionalidad y raza. La recolección será hecha en sitios estratégicos de cada país para una cantidad determinada de población.”

“¿Has considerado que hay gente que se quedará atrás? Si montas tu sitio en una poblada ciudad la gente luchará por ser salvada,” dijo la Princesa Luna.

“Como mencioné anteriormente, los sitios son estratégicos. Estadísticamente, la gente en las ciudades con más propensas a reacciones violentas que aquellas que viven en lados rurales. Buscamos en aislados pueblos de cada país, agarramos a la gente y nos vamos. Todos pensaran es otro pueblo fantasma mas abandonado por la guerra.”

“¿Qué hay de la cultura y tradiciones? No permitiré traigan ganado, pues eso es una ofensa para nosotros,” preguntó ahora la Reina.

“Los humanos somos creativos y astutos, sobreviviremos sin ganado pues aprenderemos las leyes y a explotar los recursos de Equestria. En todo caso, planeaba que se construyera uno o unos asentamientos aparte de los que ya existen para evitar la sobrepoblación, ahí podremos desarrollar nuestras costumbres sin molestarles,” la hermosa yegua bajo su cabeza en meditación, guardando silencio por unos minutos.

“Muy bien, señor McRae,” Celestia cortó el silencio tajantemente con voz firme, “me has convencido que tu plan es de hecho una buena idea. Tienes el apoyo de Equestria,” su cálida sonrisa me hizo suspirar de alivio.

“Gracias, Celestia,” me incline reverencialmente una vez más con un alivio inconmensurable, mis esfuerzos habían resultado.

“Ahora, Twilight,” su aprendiz inmediatamente reaccionó y se enderezó su postura, “por favor acompaña a Leighton a la biblioteca real, en donde le explicara el plan a nuestro equipo de especialistas.”

“Por aquí,” Twilight comenzó a caminar hacia el lado derecho del salón, donde había una puerta dorada protegida por dos Pegasos con armadura dorada.

“Leighton,” la voz de Celestia hizo temblar mi cuerpo mientras volteaba a verla con una sonrisa de confianza, “La humanidad debería estar agradecida de tener a alguien como tu entre ellos.”

“Gracias, su alteza,” mi cuerpo hizo el gesto reverencial una última vez antes de proceder tras las puertas dobles doradas. Me sentía aliviado, pero sabia esto solo acababa de comenzar.